martes, 11 de junio de 2013

De como se precipitan los acontecimientos y Gat-Friccion entra en casa.

Hubo un día, que escalando en El Aventador, Lucía se quejaba del poco agarre de sus viejos pies de gato en roca y que así no puede hacer más de lo que hace. "Papá esto no se agarra"

Lucía cumple años a finales de mayo y desde hacía tiempo que nos viene diciendo que los pies de gato que estaba usando ya le apretaban y si además no se agarran, malo.

Evidentemente a su edad no es bueno que le apriete el calzado, ni siquiera durante las prácticas de escalada, con lo que la familia nos comenta que le quieren regalar unos nuevos.

Otra vez a dar vueltas en busca de unos pies de gato para niños pero que sean más técnicos que los que usaba hasta entonces.

Alguien me comenta de una fábrica en Alicante que los producen de forma artesanal y que los que los confeccionan son escaladores. Por probar...

Me hago con el teléfono de la fábrica y quien se pone al otro lado del teléfono es Cosme, Gerente de Gat-Friccion y escalador desde hace más de 30 años. Después de comentarle el particular caso de Lucía me indica un sitio para que le tomen medidas y que a través de ellos me los harían llegar ya que solo venden a través de tiendas especializadas.

Un mes más tarde recibo la llamada que tanto esperaba Lucía. Ya están sus pies de gato.

Para cuando vamos a la tienda a recogerlos, descubrimos que la gente de Gat-Friccion tuvieron el tremendísimo detalle de, además de hacerle el Modelo Serenity woman a medida, tuvieron en cuenta detalles pensados adrede para ella.

Nada más llegar a casa, Lucía cogió sus pies de gato para llamar a la familia, contarles que ya los tenía y que Gat-Friccion se los habían fabricado adrede para ella. Un tremendo lujazo.

Saco la cámara y me pongo a hacerle fotos mientras habla con su abuela, se los prueba con cuidado e inmediatamente se sube a las primeras presas. Esa misma noche les envié un correo-e de agradecimiento por el detalle y las fotos de Lucía con sus nuevos pies de gato.

Unos días más tarde recibo una llamada. Gat-Friccion se interesa por Lucía para patrocinarla y me dicen que no le volverán a faltar pies de gato.

Gat-Friccion, nos invita a visitar la fábrica, firmar un contrato especial pensando que Lucía es menor y darle una sorpresa que tienen para ella.


Un miércoles a la salida del cole nos metemos en el coche y viajamos hasta Elda donde Gat-Friccion tiene la fábrica. Nos recibe Cosme Almendros gerente de la empresa y de su mano nos enseña el taller de producción de los pies de gato. Todos los modelos que fabrican son producidos de forma totalmente artesanal y sabiendo muy bien las necesidades de los escaladores, con los que están en contacto permanente en busca de como mejorar sus productos.
Primera sorpresa para la peque, Cosme le entrega un par de pies de gato del Modelo Ponoch para que los use solo para entrenar en roco y otros del Modelo Curiosity Woman 2 para cuando tenga que ir a alguna competición. Cuando Juan, el jefe de producción (y también escalador) le hace entrega de un regalo en forma de muñeco escalador con el nombre de Lucía y su grupo de escalada, los Carroza's Climbing, los ojos de la peque están apunto de salirse de las órbitas.
Ahora toca disfrutarlos y seguir soñando.



Obviamente, el contrato esta sujeto a la condición de Lucía como menor, ya que Gat-Friccion entiende y comparte que lo primero son sus estudios y los deberes, con lo que si no sigue sacando buenas notas y estudiando como hasta ahora, no hay escalada, ni compes, ni nada de nada.